lunes, 7 de mayo de 2012

II pausa II

A veces, por mucho que queramos, el momento no es el adecuado. Lo intentamos, luchamos, esperamos...pero a veces la solución no pasa por actuar. Cuando la compañía deja de ser orgánica para convertirse en artificio entonces el único remedio es alejarse, que pase el tiempo, que se aclaren las ideas... 

¿Pero cómo hacerlo cuando sabes que eso va en contra de todos tus impulsos?  

Al descubrir que, por desgracia, dichos impulsos te conducen al sufrimiento. A pesar de quererlo, a pesar de desearlo con todas tus fuerzas no se puede racionalizar todo lo que sientes sin que ello suponga sacrificios. Por eso, por el bien común, he decidido poner un punto a una historia diferente, una historia curiosa, una historia buena...pero a la que aún no le ha llegado el momento. Por eso quiero pensar que es un punto y aparte, y no un punto y final. Lo quiero pensar. Lo necesito pensar.

"El Principito" nos enseña que, en ocasiones, debemos perder algo para encontrarlo, abandonarlo para descubrirlo de verdad.




Te voy a echar tanto de menos

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